El siguiente cuento que os mostramos muestra la importancia del compañerismo y de la colaboración para alcanzar determinadas cosas, por ejemplo recuperar las rayas perdidas. Además refleja que no debemos burlarnos de los demás cuando tienen algún problema, sino que debemos ofrecer nuestra ayuda siempre que sea posible.
LA CEBRA CAMILA
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Imagen: https://lh4.googleusercontent.com/-f6DdD5jmZDg/Ss5saQvgdXI/AAAAAAAABYc/-FHaOxV5Ees/s512/Explorar0021.jpg |
En un país muy, muy lejano, vivía una pequeña cebra, llamada Camila. En
ese lugar hacia muchooo viento, por eso su madre le decía que no saliera de
casa sin pantalones ni tirantes. Pero Camila cada día era mas grande, y los
tirantes y los pantalones empezaban a molestarle.
Un día, Camila salio de casa sin su ropa, ¿Y SABEIS LO QUE PASÓ? Que el
viento sopló y soplooo…y se llevó 5 rayas de Camila. OHHH!!! Al verse tan
blanca, sin sus preciosas rayas, Camila empezó a llorar.
- - ¿Por
qué lloras?- pregunto una serpiente que pasaba por allí.
- - Porque
el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido.
- - No te
preocupes, yo te daré una de mis rayas para que te las pongas.
Camila siguió andando, con un poco menos de pena porque ya
había recuperado una de sus 5 rayas.
- -¿Qué
te ocurre Camila?- dijo su amigo el caracol
- - Porque
el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido.
- -No te
preocupes, que yo te daré una raya de plata, y te la pondré aquí.
- -Gracias
caracol.
Así la cebra Camila con un anillo en la pata y una raya de
plata, lloro un poco menos. Continuó andando y mirando al cielo observó el
arcoíris, que le pregunto:
- -Cebra
Camila, ¿Por qué lloras?
- - Lloro
porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido.
- -No te
preocupes, que yo te daré un remiendo de color azul, y te lo pondré aquí.
Entonces con un anillo en la pata, una raya de plata y un
remiendo azul, Camila lloró un poco menos. Pero por su lado pasó una cigarra
que le pregunto:
- -Cebra
Camila, ¿Por qué lloras?
- - Lloro
porque el viento bandido se ha llevado las rayas de mi vestido.
- - No
llores más, yo te daré una cuerda de mi violín, y te la pondré aquí.
Así que la Cebra con un anillo de plata, una raya de plata,
un remiendo azul y una cuerda de violín, estaba un poco menos triste.
Y así llego hasta donde estaba su mama. Que la abrazó, le
quito las lágrimas y cogió una cinta de crin y se la ató a la melena. La cebra Camila ya se quedó sin nada de pena.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado, porque la
cebra Camila sus rayas ha recuperado.
*Cuento modificado del original de los autores Marisa Núñez y Óscar Villán.
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