Imagen: http://www.cineenvioleta.org/wp-content/uploads/2014/09/principe-ceniciento.jpg
El príncipe Ceniciento no parecía un príncipe, porque era bajito, pecoso, sucio y delgado. Tenía tres hermanos grandullones peludos que siempre se burlaban de él. Estaban siempre en la Disco Palacio con unas princesas que eran sus novias, y el pobre Príncipe Ceniciento siempre en casa, limpia que te limpia lo que ellos ensuciaban.
- ¡Si pudiera ser fuerte y peludo como mis hermanos! – pensaba junto al fuego, cansado de trabajar.
El sábado por la noche, mientras lavaba calcetines, un hada cochambrosa cayó por la chimenea
- Se cumplirán todos tus deseos- dijo el hada.
- Zis Zis Bum, Bic, Bac Boche, esta lata vacía será un coche-
-¡Bif, baf bom, bo bo bas, a la discoteca irás!
-¡Esto no marcha! – dijo el hada
-¡Dedo de rata y ojo de tritón salvaje, que tus harapos se conviertan en un traje!
¡Caramba!- pensó el hada-, ¡no me refería a un traje de baño!
- Ahora cumpliré tu deseo más importante. ¡Serás fuerte y peludo a tope!
¡Y vaya si era un Ceniciento grande y peludo!
-¡Jolines!- dijo el hada. Ha vuelto a fallar, pero estoy segura de que a medianoche se romperá el hechizo
Poco se imaginaba el Príncipe Ceniciento que era un mono grande y peludo por culpa de aquel error. ¡Él se veía tan guapo!
Y corriendo a la discoteca. El coche era muy pequeño, pero supo sacarle provecho. Pero al llegar a aquella disco de príncipes, ¡era tan grande que no pasaba por la puerta! Y decidió volver a casa en autobús. En la parada había una princesa muy guapa
- ¿A qué hora pasa el autobús? - gruñó
Por suerte, dieron las doce y el Príncipe Ceniciento volvió a ser como antes.
La princesa creyó que la había salvado ahuyentando a aquel mono peludo.
-¡Espera!- gritó ella, pero el Príncipe Ceniciento era tan tímido que ya había echado a correr. ¡Hasta perdió los pantalones!
Aquella Princesa resultó ser la rica y hermosa Princesa Lindapasta.
Dictó un bando para encontrar al propietario de los pantalones. Príncipes de lejanas tierras intentaron ponérselos. Pero los pantalones se retorcían y nadie lo conseguía. Como era de esperar, los hermanos del Príncipe Ceniciento se peleaban por probárselos.
- Que se los pruebe él, -ordenó la princesa, señalando al Príncipe Ceniciento.
- Este mequetrefe no podrá ponérselos- se burlaron sus hermanos.…¡pero lo consiguió!
La Princesa Lindapasta se le declaró al instante. El Príncipe Ceniciento se casó con la Princesa Lindapasta y fueron ricos y felices por siempre jamás La Princesa Lindapasta habló con el hada de los tres peludos…
… y ésta los convirtió en hadas domésticas. Y en adelante, les tocó hacer las labores de la casa, por siempre jamás
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